Vuelta por el Montseny: Pla de la Calma
Distancia 1947_1d0758-b5> |
79,4 Km 1947_8c0c5d-c4> |
Desnivel acumulado 1947_53ce1b-57> |
+1450m aprox. 1947_b0de93-bc> |
Tiempo en movimiento 1947_8d1dbc-e6> |
4h 59min. 1947_8e1bd7-d1> |
Velocidad media 1947_4970b0-f4> |
15,9 km/h 1947_0b1a58-30> |
Track 1947_f53ff8-95> | 1947_da6862-8e> |
Dureza (Escala de dureza) 1947_930a50-d5> |
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Conociendo la zona
El Pla de la Calma, en la vertiente occidental del Parque Natural del Montseny, es un auténtico paraíso para los amantes del MTB y el Gravel. Situado a más de 1.100 metros de altitud, esta meseta amplia y rodeada de suaves colinas ofrece pistas forestales y caminos de tierra de baja dificultad técnica, ideales para rodar sin prisas mientras disfrutas de la naturaleza.
El Montseny
El Montseny es un macizo montañoso que forma parte del sistema litoral catalán, extendiéndose por las comarcas de Osona, La Selva y el Vallès Oriental. Se trata de un Parque Natural, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1978.
El Parque Natural está formado por tres conjuntos montañosos: El Pla de la Calma, El turó de l’Home y Les Agudes y, finalmente, el turó de Matagalls. En estos dos últimos encontramos los picos más altos del sistema: el turó del Home (1.705,8 m), el turó de Les Agudes (1.705,4 m) y el turó de Matagalls (1.697,2 m)
Desde aquí se pueden trazar rutas circulares o enlazar ascensiones más exigentes hacia puntos emblemáticos del Montseny, como el Turó de l’Home o el Matagalls, combinando subidas constantes con descensos suaves y tramos de flow por senderos forestales. La vegetación de abedules, robles y pinos proporciona sombra en gran parte del recorrido y un terreno firme, aunque con secciones que pueden complicarse tras la lluvia.
Además, el clima fresco de la meseta hace que incluso los días de verano sean cómodos para pedalear, mientras que el aislamiento relativo del Pla de la Calma garantiza rutas tranquilas, lejos del tráfico y del bullicio de las zonas más turísticas del Montseny. Para ciclistas de montaña que buscan paisajes espectaculares, aire puro y caminos poco transitados, esta zona es un destino de primera.
La ruta
Al ser una ruta circular, el punto de inicio es flexible y puede adaptarse según la conveniencia de cada ciclista. En nuestro caso, comenzamos en La Garriga, dejando el coche en el Parking público Les Roques, abierto y gratuito. Calculamos la ruta para parar a comer en Collformic y compartimos la jornada con nuestro amigo Javi, habitual compañero de pedales y amante del gravel.
Iniciamos la ruta alrededor de las 8:15 h, con las temperaturas frescas y agradables típicas de mediados de septiembre (unos 18 °C). Salimos de La Garriga en dirección sur, dejando el macizo del Montseny prácticamente a nuestra espalda. El cielo estaba bastante nublado, y apenas logramos intuir su silueta.

Nada más salir de la población, nos adentramos en pistas de tierra en muy buen estado, con un desnivel favorable que nos permitió mantener una cadencia alta y devorar los primeros kilómetros sin apenas esfuerzo. Cruzamos Cardedeu y posteriormente Llinars del Vallès, girando hacia Santa Maria de Palautordera, antesala del Parque Natural.
Hasta ese momento, la ruta combinaba pistas, carriles bici, calles urbanas, polígonos y carreteras secundarias. A partir de Sant Esteve de Palautordera comenzamos la verdadera subida por la Carretera del Montseny. Durante seis kilómetros ascendimos sin demasiada dificultad, siempre atentos al tráfico motorizado, que aunque escaso, requería precaución debido al arcén inexistente.
Al llegar al sexto kilómetro, la pendiente aumentó, pero pronto abandonamos la carretera en la primera curva de herradura para tomar una pista asfaltada. Aquí comenzó la parte más bonita y exigente de la ruta. Pasamos muy cerca del pueblo de Montseny e iniciamos una subida intensa de 1,5 km, precedida por un pequeño descenso, preguntándonos si los 18 km que restaban hasta Collformic serían igual de exigentes.

La ascensión continuó por pistas de tierra en buen estado dentro de bosques densos, aunque un par de tramos nos obligaron a bajarnos del tándem: las lluvias recientes habían arrastrado piedras y creado surcos que dificultaban el avance. Fueron tramos cortos (unos 20 metros) y no supusieron ningún desánimo; al contrario, nos permitieron tomar un respiro.

A medida que ganábamos altura, los bosques se abrían ofreciendo vistas espectaculares al macizo del Montseny, con la sombra de los árboles proporcionando un alivio perfecto para pedalear. Aunque las pendientes no eran extremas, el ascenso se hizo largo y llegamos a Collformic con las fuerzas justas. Almorzamos algo tarde, pero suficiente para recargar energía antes de afrontar la última parte del puerto.
Tras Collformic, seguimos ascendiendo por la pista de tierra hacia el Pla de la Calma. Tres repechos cortos de aproximadamente 1 km nos llevaron hasta el punto más alto de la etapa, a 1.260 metros, en la parte final del altiplano. El paisaje desde allí es impresionante; en días despejados se pueden ver los Pirineos y la montaña de Montserrat, aunque aquel día la neblina nos impidió disfrutarlo del todo.

Desde el punto más alto descendimos hacia Tagamanent. El primer tramo fue por pista de tierra con piedras sueltas y surcos, requiriendo atención, mientras que la segunda parte, a partir del aparcamiento del Pla de la Calma, fue asfaltada, más segura pero con pendientes pronunciadas y curvas traicioneras. Tras 8 km de emocionante descenso llegamos al cruce de carretera hacia Tagamanent.
Los últimos 10 km de la ruta hasta La Garriga fueron un cierre divertido y relajado, combinando pistas y senderos paralelos al río Congost, que nos acompañó hasta el final del recorrido.

Variantes
Al tratarse de una ruta circular, es muy fácil adaptarla según el tiempo, las fuerzas o las ganas del grupo. Algunas alternativas interesantes:
- Al revés: La subida desde Tagamanent es realmente dura y si te gustan los retos te puede resultar interesante. Son poco más de 7 km al 9% de media, con varias rampas por encima del 20%, aunque asfaltado.
- Desde Cardedeu: Saliendo desde Cardedeu, se puede realizar una ruta circular algo más corta subiendo por el mismo recorrido pero bajando del Pla de la Calma por el Turó del Poniol en dirección Cànoves, pasando por el Pantà de Vallfornès.
Valoración personal
La ruta circular por el Montseny, que atraviesa Collformic y el Pla de la Calma, fue una etapa realmente completa y satisfactoria para nosotros. Combina tramos de ascenso sostenido, descensos emocionantes y secciones algo técnicas cortas en pistas de tierra, algunas con piedras y surcos que añaden un punto de dificultad sin resultar insalvables. Nuestro amigo Javi pudo realizarla perfectamente con una bicicleta gravel.
El recorrido destaca por su variedad de paisajes: desde bosques densos de pinos, abedules, castaños y robles, hasta claros panorámicos con vistas al macizo del Montseny. Cada tramo ofrece un equilibrio perfecto entre esfuerzo físico y disfrute visual. La subida a Collformic y los repechos del Pla de la Calma pusieron a prueba nuestras energías, pero la recompensa de las vistas, la tranquilidad y, por supuesto, un almuerzo completo, merecieron el esfuerzo.
En definitiva, fue una etapa exigente pero muy gratificante, ideal para quienes buscan desafío físico, belleza natural y variedad en un mismo recorrido.