Camino de Santiago Etapa 4/17: Fuentes de Ebro – Tudela

Distancia

120,2 Km

Desnivel acumulado

+379 m aprox.

Tiempo en movimiento

5h 57 min.

Velocidad media

20,2 km/h

Track

Wikiloc o komoot

Dureza (Escala de dureza)

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Salimos de Fuentes de Ebro con la primera luz del día, con la previsión de realizar los 75 km diarios de media que teníamos planificados.  

Pedaleando por pistas a la vera del Ebro.

Los primeros kilómetros discurren entre campos abiertos y caminos secundarios que serpentean cerca del Ebro. El río, aunque no siempre visible, se hace notar en el verde de las huertas y en el aire más húmedo de algunas zonas. A estas alturas del viaje, ya habíamos encontrado nuestro ritmo: el tándem avanzaba fluido y nuestras piernas, aunque algo cargadas, respondían bien. 

Hicimos una parada en Zaragoza, una ciudad que, aunque solo rozamos en esta ocasión, nos dejó muy buenas sensaciones. La entrada siguiendo el camino junto al río Ebro fue especialmente agradable: una vía tranquila, rodeada de vegetación, que nos permitió disfrutar de unas vistas preciosas mientras nos acercamos al centro. 

Aunque la visita fue breve, no dejamos pasar la oportunidad de pasear por el casco histórico, con su mezcla de historia, arquitectura y vida urbana. Pasamos por el encantador Puente de Piedra, con sus excepcionales vistas a la Basílica del Pilar, dónde también nos detuvimos para disfrutamos del ambiente animado de la Plaza del Pilar, y aprovechamos para tomar un refresco en una terraza mientras descansamos las piernas. 

En el Puente de Piedra, con la Basílica del Pilar a nuestra espalda.

Consultamos la previsión del tiempo y todo apuntaba a que el día siguiente nos caería un buen chaparrón. Sin embargo, nos sentíamos con energía y motivados, por lo que decidimos aprovechar el momento. Valoramos la opción de alargar la jornada, avanzando algunos kilómetros más, para intentar esquivar la lluvia de la mañana siguiente y ganar terreno antes de que el clima cambiara. Llamamos al hostal con lo que habíamos hablado previamente para cancelar la reserva y seguimos pedaleando a buen ritmo, quizás demasiado buen ritmo (pasaría factura más adelante), hasta llegar a Tudela, haciendo 45 km más de los que teníamos previsto hacer.

Limpiando el tándem en el patio del albergue.

Llegamos a Tudela a media tarde, agotados pero con una gran sonrisa de satisfacción. Encontramos un alojamiento céntrico, un albergue vacío que nos dio la oportunidad de relajarnos y poner en orden el tándem, cubierto de polvo tras tantos kilómetros. Aprovechamos para limpiar y engrasar la cadena, dejándolo listo para el siguiente día de ruta. 

Después de tanto esfuerzo, nos damos un pequeño respiro con un paseo por el casco antiguo. Nos perdemos entre sus encantadoras callejuelas, disfrutando de la tranquilidad de la ciudad al final de la tarde. Ya con el estómago contento, cerramos el día con una cena en un restaurante local, rodeados de un ambiente festivo y acogedor. 

Finalmente, nos vamos a dormir a una de las habitaciones del albergue, completamente vacía, pero hace un calor terrible y a Raúl le cuesta bastante conciliar el sueño. Fue una etapa larga, pensando en reducir los km del día siguiente, que se preveían lluvias.

Nos permiten guardar el tándem en la habitación.

Alojamiento

Pasamos la noche en el Albergue Juvenil de Tudela. Se trata de un edificio bastante grande con varias habitaciones y baños compartidos, además de una zona de estar y una cocina. Las instalaciones estaban bien mantenidas y tenía una zona exterior agradable para relajarse. Además, pudimos limpiar el tándem haciendo uso de la manguera/goma que había en el patio.

Nuestras recomendaciones:

  • Recomendamos visitar la ciudad de Zaragoza con más calma: la entrada y la salida a través del río Ebro es muy bonita y agradable, pero echamos de menos dedicar unas horas a recorrer algunas calles más de la población o hacer un pequeño tour dónde nos explicaran la historia de la ciudad.
  • Tudela también merece un buen paseo. Aunque es una ciudad bastante pequeña, cercana a los 40.000 habitantes, encontramos bastante ambiente en su centro histórico. Es agradable pasear por sus calles y cenar en alguno de los muchos locales de la Plaza Nueva.

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