Camino de Santiago Etapa 8/17: Belorado – Hornillos del Camino

Distancia

71 Km

Desnivel acumulado

+681 m aprox.

Tiempo en movimiento

4h 56 min.

Velocidad media

14,4 km/h

Track

Wikiloc o komoot

Dureza (Escala de dureza)

Powered by Wikiloc

El día comenzó temprano, con el frescor de la mañana acompañando nuestros primeros pedaleos. Sabíamos que la etapa no nos daría tregua desde el inicio: nos esperaba la subida al Puerto de la Pedraja, un paso de montaña que atraviesa los Montes de Oca, alcanzando los 1.150 metros de altitud (partiendo desde los 765 m).

El puerto tiene unos 15 km de ascenso, aunque los más duros son los últimos tres, con un desnivel de más de 200 metros en muy poco espacio. Podríamos haber tomado la carretera N-120, más suave y directa, pero optamos por el camino original, mucho más auténtico. El desvío nos llevó a Vilafranca Montes de Oca, donde la subida arranca por la famosa calle “Cuesta del Hospital”. El nombre lo dice todo: la pendiente era brutal.

Observando uno de los muchos murales del Camino de Santiago.

Tras superar el pueblo, el camino siguió ascendiendo sin descanso, cada vez con menos asfalto y más tierra suelta, hasta convertirse en una senda pedregosa. Las piernas quemaban, el tándem parecía pesar el doble y, a escasos metros de coronar, no nos quedó otra que desmontar y empujar. Fue un momento de agotamiento, pero también de complicidad: la montaña nos estaba poniendo a prueba.

En la cima apenas tuvimos tiempo para disfrutar del respiro, porque enseguida llegó una bajada muy pronunciada que nos obligó a extremar precauciones. Y como si fuera un juego de toboganes, lo perdido hubo que recuperarlo pronto: otra subida exigente nos esperaba. En medio del esfuerzo, un gran grupo de peregrinos nos recibió con aplausos y ánimos que nos devolvieron la energía. Nos dimos cuenta de que el tándem no pasaba desapercibido: despertaba sonrisas y curiosidad allá donde íbamos.

Atravesando enormes campos de girasoles.

Superado este repecho, comenzó un largo descenso atravesando pueblos como Santovenia de Oca, Zalduendo o Ibeas de Juarros. En uno de ellos tuvimos que detenernos para cubrir las alforjas con las fundas impermeables ante la amenaza de lluvia, aunque finalmente las nubes se limitaron a intimidar.

El viento, sin embargo, sí quiso ser protagonista: un vendaval en contra nos hizo sudar incluso en bajada. A mitad de etapa, la pierna de Raúl volvió a recordar el sobreesfuerzo de días pasados, con pinchazos cerca de la rodilla. Por suerte, la motivación tenía nombre propio: morcilla de Burgos.

Y así, después de unos 50 km, apareció majestuosa la Catedral de Burgos. La plaza estaba abarrotada de visitantes, peregrinos y largas colas para acceder al interior. Nosotros optamos por rodearla, contemplarla desde todos los ángulos y sentarnos a comer en uno de los muchos restaurantes cercanos. No había duda: era el momento perfecto para recargar energías con una ración de morcilla.

En la plaza Mayor de Burgos, frente a la Catedral.

Salimos de Burgos alrededor de las 14:30, pedaleando hacia el oeste con el viento aún en contra. El paisaje había cambiado por completo: los verdes bosques de los Montes de Oca quedaban atrás, dando paso a la meseta castellana, con colinas suaves y vastos campos de secano que se extendían hasta el horizonte.

El destino del día era Hornillos del Camino, un pequeño pueblo de apenas un centenar de habitantes. Allí nos alojamos en la Casa Rural del Abuelo, donde además de descansar pudimos limpiar el tándem, engrasar la transmisión y reparar un pinchazo en la rueda delantera que había terminado por desinflarse al llegar. La familia que lo regentaba fue encantadora y no dudó en echarnos una mano con las reparaciones.

La tarde transcurrió tranquila: un paseo por las calles silenciosas, una merienda relajada y, al caer la noche, una cena sencilla en uno de los pocos bares del pueblo. La jornada había sido dura, especialmente en los Montes de Oca, pero también intensa y memorable.

Alojamiento

Casa Rural del Abuelo (Hornillos del Camino): habitación privada, limpia y acogedora. Atención cercana, posibilidad de lavar y tender la ropa, guardar la bici de forma segura y hasta ayuda con reparaciones.

Nuestras recomendaciones

  1. Haz parada larga en Burgos: la catedral merece tiempo y el ambiente en torno a ella es único.
  2. Subida a los Montes de Oca: la carretera N-120 es más cómoda, pero el camino original ofrece una experiencia más auténtica y paisajística, aunque mucho más exigente.
  3. Prepárate para el viento: en la meseta puede ser tan duro como una subida.
  4. Asegura tus frenos: los descensos tras los Montes de Oca son pronunciados y en tramos de tierra.
  5. Reserva alojamiento con antelación: en Hornillos hay pocas opciones y se llenan rápido en temporada alta.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *