Canal Garona, Du Midi y EV8: 5/10 Toulouse – Alzonne
Distancia 1246_6fd0b5-f7> |
88.22 km 1246_b813ca-9b> |
Desnivel acumulado 1246_7adb20-8a> |
+359 m aprox. 1246_3403f9-dc> |
Tiempo en movimiento 1246_7c681d-bd> |
4h 16 min. 1246_0131c7-fd> |
Velocidad media 1246_916b42-f5> |
20,64 km/h 1246_a53d9d-bd> |
Track 1246_0f4891-51> | 1246_29b5d4-76> |
Dureza (Escala de dureza) 1246_aa9746-3a> |
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Abandonamos Toulouse siguiendo el mismo carril bici por el que habíamos entrado, ya que nuestro hotel se encontraba en las inmediaciones del Canal du Midi. Esto hizo que no fuera necesario callejear y que la salida de la ciudad fuera bastante sencilla. A partir de ese momento, nos despedimos del río Garona, que hasta entonces nos había acompañado paralelamente. Desde Toulouse, el Garona se dirige hacia los Pirineos, donde nace en la Vall d’Aran, en territorio catalán.

Durante los primeros 50 kilómetros de la etapa, el carril bici se mantuvo en excelentes condiciones. Sin embargo, la lluvia y el frío seguían siendo una constante, igual que el día anterior. Justo antes de llegar al kilómetro 50, nos encontramos con obras en el camino y la ruta principal estaba cortada. Las señales no las interpretamos bien y, en el track, aparece que tomamos un desvío, pero tuvimos que dar marcha atrás porque era totalmente impracticable debido al barro. Finalmente, resolvimos la situación entrando en un pequeño tramo por carretera para continuar.
Alrededor del kilómetro 60, llegamos al Seuil de Naurouze (Umbral de Naurouze), que es el punto más alto del Canal de los Dos Mares, a 189 metros sobre el nivel del mar. Este lugar divide las aguas del océano Atlántico y del mar Mediterráneo. A partir de aquí, notamos que la tendencia nos lleva en un leve descenso y que el carril bici, que desde Burdeos había estado asfaltado y en perfectas condiciones, se convirtió en una pista de tierra en su mayor parte. Aunque la pista sigue siendo buena, hay que estar atentos a algunos baches (pocos) y piedras sueltas. Además, si llueve mucho, puede convertirse en un auténtico barrizal, lo que no solo nos dejará cubiertos de barro, sino que también dificultará el avance y aumentará el riesgo de caídas si las cubiertas de la bicicleta no son las adecuadas.

Continuando por el camino, llegamos a la encantadora población de Castelnaudari, que atravesamos por su parte sur. Probablemente valdría la pena hacer una pequeña parada para visitarla, pero nosotros íbamos empapados de barro y con algo de frío, así que decidimos seguir pedaleando hasta nuestro destino, Alzonne, que se encontraba a unos 25 kilómetros de distancia.
Por suerte, a medida que nos acercábamos a Alzonne, empezó a salir el sol y a secarnos, haciendo que estos últimos kilómetros en bicicleta fueran mucho más agradables. Alzonne es un pueblo muy pequeño y no tiene mucho interés turístico, además hay que desviarse unos 4-5 kilómetros del canal para llegar a ella. Decidimos detenernos allí para pasar la noche en el camping L’Escale d’Occitane. Otra opción interesante habría sido continuar hasta la ciudad de Carcassonne, que está a solo 25 kilómetros siguiendo el Canal du Midi, pero ya la habíamos visitado anteriormente.

Antes de llegar al camping, hicimos una breve parada para comer y recargar energías en el supermercado del pueblo. La ducha nos supo de maravilla, y no solo a nosotros: pudimos darle un buen manguerazo al tándem y quitarle la mayor parte del barro y la suciedad acumulada durante estos días. Había que cuidarlo, ya que todavía nos quedaban otros cinco días de pedaleo hasta llegar a casa.
La visita al pueblo fue corta: lo recorrimos de punta a punta en poco más de una hora, con una parada incluida en una boulangerie donde disfrutamos de unos dulces que supieron a gloria. Pasamos el resto de la tarde en las tranquilas instalaciones del pequeño camping, y allí mismo, en el restaurante, cenamos unas deliciosas hamburguesas.

Alojamiento
Pasamos una noche en el camping L’Escale d’Occitane, en Alonne. Se trata de un pequeño camping, a las afueras del pueblo (10 minutos caminando), con un ambiente muy tranquilo y relajado. Hay parcelas para plantar la tienda y también algunas instalaciones curiosas para pasar la noche. Nosotros dormimos en una tienda Glamping y, aunque es muy cómoda, espaciosa y bonita, pasamos bastante frío por la noche, ya que el aire se colaba por debajo.

Nuestras recomendaciones:
- Si nunca has estado en Carcassonne, merece la pena planificar la ruta de tal forma que hagas noche allí y así tener más tiempo de visitar la ciudad, en vez de hacer noche en Alzonne.