Canal Garona, Du Midi y EV8: 6/10 Alzonne – Carcassonne – Narbonne
Distancia 1258_52280c-4c> |
96.3 km 1258_4f991f-d6> |
Desnivel acumulado 1258_b65d8e-8a> |
+332 m aprox. 1258_d257ea-82> |
Tiempo en movimiento 1258_8591e0-1a> |
4h 52 min. 1258_d95bb8-0d> |
Velocidad media 1258_70895f-15> |
19.76 km/h 1258_a360a6-b8> |
Track 1258_6e2b56-21> | 1258_93dfe9-d9> |
Dureza (Escala de dureza) 1258_c8788b-b2> |
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Desayunamos en el restaurante del propio camping unos bocadillos que ya encargamos la noche anterior y rápidamente cargamos las alforjas en el tándem: teníamos ganas de volver a ver la fantástica ciudad medieval de Carcassonne.
Para volver a retomar el carril bici tuvimos que recorrer poco más de 5 kilómetros por carreteras secundarias. Aunque no llovía, el suelo seguía bastante embarrado y había bastantes charcos del día anterior, con lo que pedaleamos con precaución y a un ritmo algo más pausado.

Tras casi 20 kilómetros, que pasaron rápido, se nos apareció ante nosotros Carcassonne. Para llegar a las puertas de la parte antigua y famosa, tuvimos que subir un corto pero empinado repecho, que le dio un toque épico y emocionante a la llegada. Sin embargo, esa sensación se esfumó rápidamente cuando vimos un gran grupo de turistas (como nosotros) entrando en el centro de la zona histórica. Nos miramos y pensamos que lo mejor sería simplemente pasear por la muralla; con el tándem cargado y las calles estrechas, era imposible movernos con tanta gente alrededor.

Por suerte, apenas había personas rodeando la ciudad entre murallas, así que tranquilamente gozamos de las vistas e hicimos algunas fotos para el recuerdo.
Justo al abandonar Carcassonne volvió la lluvia y, a partir de ese momento nos acompañó buena parte de la jornada de forma intermitente jugando con nuestras mentes: si nos poníamos el chubasquero paraba, pero en el momento que nos lo quitábamos volvía a llover… hasta que decidimos continuar con el chubasquero puesto con tal de que no lloviera.
El paisaje cambió bastante al descender por el canal. La vegetación que bordea el Canal du Midi se hizo menos densa, con árboles más pequeños y menos frecuentes. Aunque el ambiente seguía siendo lluvioso, se notó que nos empezaba a abrazar el Mediterráneo, dejando atrás el Atlántico a medida que avanzamos.
Al llegar al kilómetro 79, dejamos el Canal du Midi para tomar un desvío a la derecha, por el Canal de la Robine, en dirección a Narbonne, hacia el sur. El Canal du Midi continúa hasta Sète, desembocando en el Mar Mediterráneo, pero nosotros, unos días antes de comenzar la ruta, decidimos acortar un poco el recorrido para llegar a casa en los 10 días que teníamos disponibles, sacrificando ese último tramo del canal.

Esta última parte del camino sigue siendo totalmente ciclable, con apenas desnivel y con características muy similares a las del trazado anterior (incluso tiene algún tramo asfaltado).
Entramos en Narbonne por su parte norte, sin abandonar el canal, hasta llegar al centro de la ciudad, donde dejamos el tándem en nuestro alojamiento para hacer una visita tranquila por el casco antiguo
Alojamiento
Nos alojamos en el Hotel Zenitude, donde pudimos guardar el tándem en una especie de trastero dentro del parking del hotel. La habitación era grande, con un baño espacioso, y además contaba con una pequeña cocina con nevera y utensilios básicos, lo que nos vino muy bien para preparar algo sencillo después de un día de mucho pedaleo. El hotel dispone de una sala de lavandería, con lavadora y secadora, que nos vino genial para dejar toda la ropa limpia y seca.
Nuestras recomendaciones:
- No puedes pasar de largo de la Cité Medievale de Carcassonne, ¡es una visita obligada!. Lo ideal sería hacer noche allí para tener más tiempo de visitarla (no como lo hicimos nosotros), así que organízate las etapas para poder pernoctar por la zona y hacer una visita como se merece.
- Narbonne también tiene algunas zona bonitas para visitar: podrás pasear por su casco antiguo y visitar, por ejemplo, la Cathédrale Saint-Just-et-Saint-Pasteur (Catedral de los Santos Justo y Pastor) o, justo al lardo, el jardín Archevêché. También es bonito el paseo junto al Canal de la Robine y la zona comercial que lo rodea.
