Cómo transportar el tándem en el avión
Viajar en avión, en ocasiones, suele ser una aventura… pero viajar en avión y transportar un tándem multiplica por mil las posibilidades de que sucedan imprevistos.
El primer problema es asegurarse las dimensiones y peso del bulto que la compañía aérea permite: algunas dejan transportar bicicletas pero la caja no puede superar ciertas dimensiones que son imposibles de cumplir para un tándem.
El segundo es conseguir una caja de las dimensiones adecuadas. Nosotros encontramos una caja de bicicleta normal dónde la bicicleta venía montada entera (2 metros de largo y 1,2 metros de alto). Hemos visto casos de juntar caseramente dos cajas de bicicletas convencionales. No nos quedó más remedio que desmontar la rueda y horquilla delantera para encajarla, pero logramos empaquetarla a la perfección.

El siguiente inconveniente fue transportar el tándem hasta el aeropuerto: vivimos a 30 kilómetros y no nos cabe empaquetado en el coche, así que tuvimos que alquilar una furgoneta sólo para eso.
Una vez en el aeropuerto, nos encontramos con una situación inesperada: nos obligaron a desempaquetarlo debido a que la caja no cabía por el escáner. La faena se complicó cuando tuvimos que volverlo a empaquetar, después de todo el mimo y cariño que le habíamos puesto para encajarlo todo perfectamente en la caja. Al llegar al destino, desempaquetamos y armamos el tándem dentro del mismo aeropuerto y logramos convencer a un trabajador para entregarle la enorme caja.